He recorrido mi propio camino emocional, y desde ahí nace mi forma de acompañar: con humanidad, claridad y respeto profundo por cada historia.
En consulta, practico un enfoque integral. Me gusta ir más allá del síntoma y mirar hacia la raíz, la infancia, los vínculos, los patrones repetidos…
Pero también creo en reconocer tus recursos, tus fortalezas y ese potencial que está esperando florecer.
Integro herramientas como la escritura terapéutica, la meditación imaginativa y el arte, porque muchas veces lo más importante no se dice, se siente.
Mi compromiso es ofrecerte un espacio seguro, donde puedas escuchar tu voz interior, entenderte con amabilidad y comenzar una transformación auténtica.
Sin prisa, sin exigencias. Sólo con presencia, amor y confianza.
Para mí, esto no es sólo una profesión.
Es un privilegio.